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Primer novela de Diego Alonso, escrita entre 1995 y 1998.
Una obra literaria esponjosa, fluctuante, librada al ritmo de quien inmerso en ella la desnuda. Rica en incógnitas que podrá descifrar el lector - inconsciente -.
Tapa blanda / 124 páginas / 21 x 15 cm
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"Microsensación"
Primer novela de Diego Alonso, escrita entre 1995 y 1998.
Una obra literaria esponjosa, fluctuante, librada al ritmo de quien inmerso en ella la desnuda. Rica en incógnitas que podrá descifrar el lector - inconsciente -.
Tapa blanda / 124 páginas / 21 x 15 cm
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Material | Papel Reciclado |
"Este escrito nació en 1995 y creció hasta 1998 compañero de mi llegada a India. Una descarga simbiótica sobre mi Olivetti Lettera llegó a reflejar el mundo que hasta allí me había guiado. Mar de placer. Búsqueda cromática dentro de la literatura consumida por la substancia natural de Ser. Goteo de sudor ecuatorial bajo estrellas y lunas menguantes. Vital acelerador de neuronas hacia un lento despertar."
Fue mi segundo libro. Antes acabé otro más abstracto y encriptado: “Afis” de poesía en prosa iniciado en Buenos Aires y acabado en Bombay con la misma Olivetti Lettera blanca de los años 60´ que usé para “Microsensación”, la cual finalmente fue confiscada en París Charles de Gaulle algunos años más tarde.
Mi idea era escribir una novela donde mantenerme alejado del Drama. Desde mis días de escuela de cine estuve obsesionado con crear fuera del Conflicto Dramático, algo que creo necesario eludir para acceder a una etapa más etérea en el arte. Obviamente, esto se disuelve frente al conflicto luz-oscuridad, vida o muerte que todos enfrentamos como seres humanos; pero fascinado con la filosofía Del Valle del Indo, con las enseñanzas de Buda y mi propio Ser propulsado en el tiempo, surgió este libro como una descarga del inconsciente. Como si ya hubiese estado escrito en algún sitio. Escritura automática sin retorno y un transcurrir diario muy Beatnik, dejaron la mente parafrasear en sí misma, buscando lo esencial. Sorprendentemente, diferentes caminos se cruzan en el infinito. Narraciones, mezcla de hechos reales y pura imaginación, encajan como dados echados al azar.