Andrea Santolaya
“Prelude”
Exposición de fotografías / del 10 de Octubre al 9 de Noviembre 2013

"… Nacho Duato me abrió las puertas del Teatro Mikhailovsky para fotografiar este mundo de la interpretación desde su núcleo. Durante meses he convivido con los bailarines de este asombroso y desconocido lugar para poder fotografiar los rincones más recónditos y secretos del teatro y poder documentar el día a día en uno de los teatros más antiguos del mundo y del cuerpo de baile más exigente que existe".
Andrea Santolaya


Invitada por el famoso coreógrafo español Nacho Duato, Director Artístico del Ballet Mikhailovsky, Andrea nos introduce, con la sutileza en blanco y negro de sus imágenes, al seno del Ballet Ruso en uno de los Teatros clásicos más antiguos y prestigiosos, el Teatro Mikhailovsky de San Petersburgo, creado en 1833.

En las fotografías de Andrea Santolaya podemos ver como el paso del tiempo no afecta a lo bello y lo sublime, como el contraste y la oscuridad albergan siempre un punto de luz que es el que acaba narrando los detalles con los que nos seduce esta creadora.

Siguiendo la línea visual de sus trabajos anteriores, “Around” presentado en 2011 en la Galería Marlborough de Madrid, o su reciente libro publicado por La Fabrica Editorial “Manolo Valdés. Jardín Botánico de Nueva York” 2013, Andrea Santolaya muestra un lenguaje propio cada vez más depurado, en el que las formas se funden en sugestivas tonalidades de grices.

 


El punto de partida de este proyecto nace de una búsqueda dentro de la representación de la danza y sus orígenes en el Ballet Ruso. Para ello me desplacé a la cuna del teatro clásico: el Teatro Mikhailovsky de San Petersburgo. El Ballet Mikhailovsky está formado única y exclusivamente por ciudadanos rusos; los bailarines, los artesanos, coreógrafos y todos aquellos que pertenecen al teatro son rusos. Nacho Duato es el primer artista extranjero en dirigir a este ballet. En este mundo del ballet donde conviven clásicos como El lago de los cisnes, Romeo y Julieta o Giselle, Nacho Duato ha introducidos de manera valiente coreografías como Duende, Nunc Dimitis y la reinterpretación del clásico La bella durmiente de Petipá, considerada para algunos el origen del ballet clásico.

Nacho me abrió las puertas del Teatro Mikhailovsky para fotografiar este mundo de la interpretación desde su núcleo. Durante meses he convivido con los bailarines de este asombroso y desconocido lugar para poder fotografiar los rincones más recónditos y secretos del teatro y poder documentar el día a día en uno de los teatros más antiguos del mundo y del cuerpo de baile más exigente que existe.

Nacho Duato ha sido adoptado por la danza rusa como su nuevo zar; de la misma manera que La siesta del fauno de Nijinsky supuso un antes y un después en la historia de la danza, Nacho Duato se ha constituido en un referente para el ballet ruso, adueñándose del escenario para crear una nueva era en la cuna del ballet clásico.

Los protagonistas son retratados justo antes de entrar en escena, durante los ensayos, o en su día a día. En el Mikhailovsky todo se teje dentro del teatro, las relaciones humanas, la familia, los amigos... Así es el caso de Olga Lavrinenko, bailarina que vive dentro del teatro con su hijo pequeño Rastislav y combina el baile con las aspira- ciones a ser jugador de fútbol en el Zenit de su hijo. O de Anna Kuligina, bailarina, madre y casada con el hijo del director de escena, también bailarín. O Yulia Tikka con quien compartía habitación en la residencia de bailarines en el ala oeste del Teatro Mikhailovsky.

Mi intención ha sido la de documentar mediante un punto de vista contemporáneo, el rígido universo, sin apenas cambios desde la Revolución Rusa, que pervive en San Petersburgo a través de la morfología de sus rostros, el vestuario, los escenarios, o la arquitectura de la época imperial rusa.

Andrea Santolaya, Madrid, 2013

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